BITÁCORAS.
El libro en Blanco. –Semana del 4 al 8.
No sé exactamente de donde salió esa biblioteca, solo sé que al momento de entrar allí, todo cambiaria
Era gigantesca, parecía no tener fin, al igual que sus miles y miles de libros, llegue a pensar que tal vez todos los conocimientos existentes pudiesen estar allí, pero nunca pensé que podría haber mucho más que ello.
Entre simplemente por curiosidad, anduve un rato por la biblioteca, hasta cuando vi que un libro empezó a brillar, este se cayó del estante y llamo mi atención, lo recogí del suelo y en la portada decía: “Un Héroe En La Edad Media”, abrí el libro y este estaba en blanco, totalmente en blanco, cuando de repente una letras empezaron a aparecer unas letras, estas decían el mismo título de la portada, pero además decían el nombre del autor, este aparecía algo borroso, no era totalmente legible. Intente concentrarme para intentar dar con el nombre, cuando el libro empezó a temblar y fui arrastrado a su interior, en este aparecía un gran vacío, y de un momento a otro grandes montañas aparecieron, algunas casa y un gran castillo; estaba en la edad media.
Me preguntaba que había pasado, pero por más que lo pensase no daba con la respuesta, así que empecé a caminar por aquel lugar. En este vi a muchos personajes, pero me pareció interesante un niño que estaba jugando al frente de lo que al parecer era su casa, el niño me era conocido, no sabía de dónde, pero estaba seguro de ello.
El pequeño fue se fue con su padre y con su madre a la iglesia, yo por en cambio estuve explorando el ambiente en el que me encontraba, en ello me di cuenta de que no podía interactuar en aquel entorno, a ello me refiero con que no podía tocar nada ni charlar con alguien, en aquel momento llego el niño, pero solo con su madre, ambos estaban llorando y yo aún no tenía idea de que estaba pasando.
Al tiempo me di cuenta de algo raro, al parecer al parecer todo pasaba muy rápido, pero este pasaba normalmente, solo con decir que el niño parecía crecer con cada minuto, pero podía percibir cada día que pasaba y cada detalle de lo que ocurrió referente al él, en cuestión de tiempo, él chico se volvió adulto, mas el tiempo no me tocaba, no envejecí ni un segundo.
Aunque eso no fue lo más raro, lo que más me llamo la atención fue que mediante el niño crecía cada vez me parecía más familiar, pero solo lo reconocí cuando defendió a un niño de ser golpeado por un soldado, en el mismo instante en que aquel hombre fue llamado héroe por personas presentes en aquel lugar, solo hay me di cuenta de que aquel personaje quien me era familiar, era yo.
Estaba confundido, como no me había dado cuenta de que era yo, ¿Que estaba pasando en aquel momento? Mientras tanto, algunos soldados llegaron a la zona, y empezaron a pelear contra los campesinos, en ello me empecé a ver borroso, luego lo que se había acabado de convertir en un campo de batalla entre campesinos y se fue a alejar y paso a paso a desaparecer, hasta tal punto que quede en el mismo vacio donde había comenzado, pero en este caso ya no me veía, era como si hubiese dejado de existir hasta que de repente desperté con un bolígrafo en la mano en la última hoja de un libro copiado a mano, lo cogí y leí su portada, sorprendentemente era el mismo libro que había encontrado vacío, pero esta vez con contenido, me apresure a leer el nombre del autor y aparecía: “Alejandro Martínez H”, mi nombre.
¿Ahora qué hago? –Semana del 11 al 15
Me encontraba confundido, ¿Por qué mi nombre estaba en aquel libro?, ¿por qué tenía un bolígrafo en la mano?, ¿Qué había pasado?, estaba empezando a entrar en pánico hasta que relajarme y pensar todo con “cabeza fría”.
Al parecer yo había copiado el libro, pero eso aún no daba el porqué entre al libro. Me puse a revisar la repisa en donde se encontraba el libro del que acaba de despertar, y había muchos otros con muchos temas diferentes; quise leerlos, pero yo los elegía, ellos se mostraban, se salían un poco del estante para que mi atención los captase primero.
Estos al igual que el mío, también estaban copiados a mano, y tal el pasado, podía entrar dentro de ellos, la única diferencia es que estos eran de diferentes autores, una persona para cada libro.
Luego de quizás horas viajando por los libros y aquellas fascinantes historias, me di cuenta de que aún no tenía idea de lo que estaba pasando, así que deje algunos libros sin leer y me encamine a buscar respuestas.
Comencé por buscar el letrero de la sección en la cual estaba, al verlo, este solo decía “Cuentos Realistas”, esto me dejo igual de desorientado, así que me encamine a la entrada de la biblioteca, pero al llegar allí, me lleve la sorpresa de que esta había desaparecido, era como si alguien la hubiese movido, y dejo en lugar de la entrada un pequeña nota en la cual decía: “Características y Normas de la biblioteca, esta biblioteca sirve para aumentar el conocimiento del individuo, este no podrá salir hasta que el proceso se haya completado, además no deberá preocuparse por sus necesidades básicas (tales como comer), dentro de la biblioteca no hará falta ello; también la biblioteca se ha encargado de parar un momento el tiempo, para que este no sea una molestia. No se preocupe por saber que debe aprender, la biblioteca lo ira guiando en su proceso al conocimiento”.
Esto no respondía todas mi preguntas, pero al menos tenía una idea de lo que estaba pasando lo cual era suficiente para mí en aquellos momentos, pero me surgió una incógnita, ¿Ahora qué hago?
El espejo – Semana del 18 al 22
Según lo que decía en la nota no debía preocuparme por lo iba a aprender, la biblioteca me lo ira mostrando, pero ¿Cómo se supone que la biblioteca me los iba a mostrar?; esto me altero un poco, hasta que logre calmarme, de ahí la baldosas de la biblioteca se empezaron a mover con la finalidad de llevarme a alguna parte. No sabía que ocurría en aquel momento, así que preferí cerrar los ojos hasta que sintiera que terminase el “viaje”.
De repronto sentí que las baldosas dejaron de moverse, me atreví a abrir los ojos y cuando lo hice me sorprendí al ver a alguien viéndome, era otra persona, pero cuando me fije bien era solo un reflejo de mi, solo era un espejo el cual en la base estaba posado un libro, “El Lobo Estepario”; quise darle un vistazo, así que lo cogí, me senté en una silla que se encontraba en frente del espejo y empecé a leer el libro mentalmente; mientras hacía esto empecé a escuchar una voz, esta no tenía muy buena afinidad al leer en voz alta, además se notaba que no sabía llevar una buena respiración, aunque lo más sorprendente es que estaba leyendo el mismo libro que poseía en aquel momento. Intente localizar el emisor de esa voz, lo busque a todo mi alrededor, pero al parecer el sonido procedía del espejo, me fije en este y era mi reflejo el que estaba leyendo en voz alta, se me era difícil creerlo, especialmente por la forma como me escuchaba, no tenía la más remota idea de que leyera así.
El reflejo de un momento a otro paro de leer, este bajo el libro y lo dejo nuevamente en la base del espejo, yo estaba simplemente petrificado por todo lo que estaba pasando, era un reflejo que se podía mover con libertad. Luego de eso, se paro y me miro firmemente a los ojos, era como si se estuviese conectando, me asuste y di unos cuantos pasos atrás y el “reflejo” hizo lo mismo, me empecé a mover de un lado a otro y al parecer ese “reflejo” había vuelto a ser lo que fue desde un principio, mi reflejo.
El tiempo, Semana del 25 al 29
Al tiempo de estar allí descubrí que la biblioteca era como si estuviera en constante cambio, los estantes y los libros siempre cambiaban de lugar, no le encontré sentido a ello.
Me encontré en una sección muy antigua, esta tenía al final del pasillo una puerta la que por simple curiosidad abrí y al hacerlo descubrí un gran vacío, lo único que había en este era un gran libro y por lo visto muy antiguo, además poseía en la portada algo así como una libreta, más bien algo parewcido a un cuaderno, pero no le preste mucha atención, fui directamente al libro. Lo quise abrir en una página cualquiera y de repente todo el vacio se lleno con una esfera que exploto muy velozmente; luego estaba en un caos total, a un paso demasiado rápido vi como se empezaron a formas nubes de gases y como estas se convierten en estrellas y planetas; cuando menos pensé me encontraba en la antigua Roma, estaba totalmente confundido, ¿Cómo llegue allí?, inmediatamente mire el libro y este contaba una historia en Roma, explicaba en como la antigua Roma se hablaba dos idiomas, el latín culto y el vulgar, lenguas totalmente diferentes. Mientras iba leyendo apareció un bárbaro que empezó a causar caos en el pueblo, rápidamente volví a ojear el libro y al parecer ese bárbaro era Atila El Huno o también conocido como el azote de Dios.
Pase de hoja y al parecer fue como avanzar en el tiempo, ahí caí en cuenta que la historia que relataba el libro era el tiempo, así que decidí explorarlo un poco más, contemple la caída del imperio romano, como se formaron las lengua romances y hasta llegue a escuchar los cantares de gersta de un juglar, también ví muchas otras cosas en la edad media, pero prefiero no relatarlo, solo puedo decir que fue una época de oscurantismo, las hojas que relataban esa epoca eran oscuras y rojas.
Llegue a un momento en el cual quise ver el final del libro, al hacerlo de este salieron muchas más hojas y cada vez que lo intentaba seguían saliendo, recordé que el tiempo es infinito, por ende el libro debería ser infinito, así que no tenía caso seguir intentando buscar un final.
Salí del cuarto y intente levarme el libro, pero al hacerlo este no quería salir, entonces solo me la libreta de bolsillo que vi al principio, -quizá me servirá para algo-, pensé. Cuando me encontraba fuera de la habitación a la puerta se la tragaron las paredes y dejaron una placa que decía: …Cada libro, cada historia o idea va de acuerdo con su tiempo…
La libreta Semana del 4 al 8
Me fui adentrando en otras secciones y cada vez que avanzaba sentía como si estuviera en un bosque, perdido.
De un momento a otro aparecí en un bosque, de verdad, ¡los estantes habían desaparecido!. La libreta se me cayo del bolsillo y al verla me dí cuenta que al parecer esta se estaba copiando a medida que se leía, pero a diferencía de la otra, esta estaba en tiempo real, era como si yo la estuviese copiando, decía: "Me encuentro en un bosque de la Antigua España, en el año 1260", sin saber por que el libro dictaba eso, me fuí directo al inicio, a la portada y esta decía:
Mi Historía, otro libro más de la biblioteca.
Por: Dezarti.
Luego intente ver el comienzo del libro, y este relataba exactamente desde el momento que ingrese a la biblioteca, aparecían más hojas, pero todas en blanco, y decidi adelantarme un poco, pero todas las hojas más adelante de lo actual decian, "Todo a su tiempo". Decidí dejar el libro en la pagina de tiempo actual, donde relataba lo que estaba haciendo y/o donde me encontraba y cuando etc.
Camine durante unas horas y en el transcurso me encontré con castilla, cuyo rey era Alfonso X al que también le llamaban el Sabio por sus aportes a la lengua y a las actividades culturales de la época. Tuve la oportunidad de conocerlo y este me conto como hizo del castellano el idioma oficial del reino.
Además por algunos procesos que prefiero saltarme, también conocí que era un auto sacramental y el romancero Español.
Resulta que al final me desperté al frente de un libro de historia castellana, no me acuerdo haberlo cogido para leerlo, pero algo que capto mucho fue una pequeña carta que encontré cerca de donde me encontraba, esta decía:
La Libreta
Para que no te pierdas, para saber donde estas y cuando estas, está el libro.
Para ser sincero me encontraba más intrigado por la carta que me encontré que por la libreta misma, pero al menos ya tenía una idea de para que lo tenía.
¿Qué paso? Semana del 18 al 22 de Marzo
Como de costumbre, seguí husmeando en la biblioteca dado a que era la única cosa interesante para hacer y no saldría de allí hasta terminar el “curso”.
Mientras me encontraba sentado en una de las bancas que tenía la biblioteca, vi de repente como esta empezaba a reorganizarse, todos los estantes de los libros se movieron bruscamente dejando un corredor vacio, por el que empezó a pasearse una melodía la cual se me hacía difícil distinguir, pero eso no me impidió ver de dónde provenía, mire el libro y este solo decía: "Hacia mucho que no escuchaba algo de musica"
La seguí y esta me llevo a un gigantesco auditorio que en vez de sillas tenía estantes casi tan grandes como una casa de cuatro pisos, se necesitaba una escalera para poder alcanzar los libros de la sima. Por simple curiosidad elegí uno al azar; cuando lo abrí de repente comenzó a sonar música que provenía del mismo libro, mire que tenía escrito y era un canción, al parecer l libro era algo así como un karaoke, pero tenía unas características más, poseía unas reseñas para cada canción, además no todos los libros eran como un karaoke, algunos narraban historias y teorías musicales.
Quise escoger otro al azar, pero hubo uno que me llamo la atención, este literalmente estaba saltando en el estante para que lo captase; se titulaba “La mujer en la música”, tema que por el momento no quiero profundizar.
Salí del auditorio, lo deje para explorarlo otro día. Al salir de este vi como todos los estantes empezaron a caer uno tras otro como piezas de domino mientras todos los libros iban cayendo y desasiéndose en el suelo. Momentos luego de eso los estantes se volvieron a ejercer, pero estaban vacios, todo lo que hice esa tarde fue vagar entre los infinitos pasillos; fue como un día sin clase.
Semana 18 al 22 de Marzo
Volví a los pasillos principales de la biblioteca, para entonces ya me estaba empezando a cansar de estar encerrado, rodeado de estantes y libros por doquier me empecé a desesperar porque hacía mucho no veía a alguien más, debió ser el pánico genético cuando estamos solos y a causa de ello arroje al suelo un estantería, lo que no esperaba es que este crearía un efecto dómino con los demás estantes, pero algo paso, fue como si el tiempo se hubiese detenido durante unos segundos y de repente empezara a devolverse, vi como los libros y los estantes se levantaban solos del suelo y volvían a su lugar correspondiente.
Quede perplejo por lo que había pasado y más aún cuando apareció un tipo con una vestimenta al parecer del siglo XVIII y me dijo:
- Hey, tú, ¿Con que objetivo has hecho eso?
-¿Yo?, ¿Qué?, Espera, ¿Tu Quien eres? –Dije-
- Si, tu, al menos dame una justificación, y por cierto, mi nombre es Benjamín
- Lo he tirado por que tenía rabia, y mi nombre es Alejandro.
- Eso no es una justificación –Me dijo con un tono fuerte-
- ¿Como que no?
- La Justificación debe explicar el “por qué” y “para que”
- Bueno, porque tenía rabia y para desahogarme.
- ¿Rabia de qué? Además, ¿Cual fue el objetivo?
- De estar encerrado aquí, solo, y ¿acaso esto es un interrogatorio?
- Tranquilo, no lo tomes como un interrogatorio, solo quería saber tu justificación y tus objetivos, además, no estás encerrado, los libros son una ruta de escape, tienes infinidades de mundos por ver, la escritura es más que contar una historia, y al fin y al cabo, tu decidiste estar aquí.
No había caído en cuenta que no sabía cómo redactar una Justificación y mucho menos unos simples objetivos, al final me di cuenta de que no podía decirles cuales eran, porque simplemente no había razón para lo que hice.
De repente mientras hablaba con Benjamín, un libro se cayó y provoco un gran ruido; voltee a mirar y cuando regrese la mirada El señor ya no estaba, fui a ver cuál era el libro que se había caído y titulaba “El Renacimiento”
Semana del 1 al 5 de Abril
Renacimiento.
Apenas abrí el libro fui transportado a un lugar algo clásico. Había un señor trabajando en lo que parecían eran unas laminas con tinta que estaban marcando algo en el papel; mire la libreta y apareció escrito rápidamente: "Johannes Gutenberg, 1398 - 1468, Alemania". Mire al señor y este me empezó a hablar e Aleman, no comprendía mucho, pero extrañamente empece a entender algo de lo que decía cuando note que al final termine escuchándolo en español.
- ¿Hey, usted, que hace aquí? -Me dijo con un poco de euforía-
- Yo solo... bueno sinceramente no sé -respondí desorientado, luego me vino un poco de curiosidad ante la maquina-. ¿A qué se dedica?
- Estoy intentando plasmar en el papel unos escritos de la biblia a través de unas laminas de metal, yo mismo las hice, cada una de las letras de la lamina las hice yo, soy herrero; se pueden reorganizar para formar nuevas hojas y/o escritos. Por cierto, mi nombre es Johanner Gutenberg y... ¿Tú eres?
- Me llamo Alejandro, como notaras no soy de por aquí. Volviendo al tema ¿Para qué esas placas y esa máquina a las que están sujetas?, ¿Qué fin tienen?.
- Bueno, esto permitirá hacer copias de libros mucho más rapido que lo que lo podría hacer un escriba, solo necesitarías ejecer un poco de presión de la lamina contra el papel y listo, ya tienes una copia.
- mmmm, una imprenta
- Imprenta... ¡Fantástico nombre!, creo no puede ir uno mejor con mi maquina que "Imprenta" -dijo con un gran tono de emoción mientras lo anotaba en un pequeño pedazo de papel- no tendría que explicarla, el mismo nombre lo hace por si solo.
- ¿Que tal una demostración?
- Lo lamento amigo, aún no está 100% lista, me faltan recursos, pero en este mismo momento me tengo que encontrar con alguien que quizá me los facilite, así que adiós, voy tarde.
Salía tan animado por conseguir los recursos que me dejo solo en la habitación sin cuidado alguno. Me puse a observar la maquina un rato y me percate que esta se estaba armando sola, no sabía de dónde llegaban las piezas, solo veía sombras e las habitaciones y algo así como fantasmas con aspecto de Gutenberg, cuando menos pensé la maquina -al parecer- ya estaba lista.
Estaba sorprendido, pero ahí no acababa, la maquina comenzó a funcionar sola y empezó a imprimir y imprimir hojas, tantas que me nublaron la vista y me hicieron caminar sin rumbo hasta que tropecé con una silla, cuando me fije las hojas empezaron a reorganizarse en libros y estos sujetos por los ciudadanos de la época, mire a mi alrededor y me encontraba en una calle que desconocía totalmente; estaba totalmente ido, me quede así un buen rato hasta que llego a mis oídos una noticia: "Colon a vuelto, nuevas tierras a descubierto". Mire mi libreta y decía: "El conocimiento ahora no puede detenerse, la edad media a llegado a su fin, la perspectiva del mundo empieza a cambiar".
Semana del 8 al 12 de abril
Al escuchar esa voz, recaí en la “Realidad” y me encontraba en un vacio que rápidamente se lleno de arena y esta se convirtió en la gente y todo el espacio en el que me hallaba.
Al parecer estaba en la Edad Media nuevamente pero había algo raro, todo estaba cambiando, era como ver una película en cámara rápida.
Empecé a caminar por el sitio y logre localizar a un señor feudal y mientras este andaba se deshacía en arena y desaparecía completamente, mire mi libreta y en esta aparecía “Sistema político Feudal cambia a Sistema político moderno”. No entendí nada, así que seguí con mi “camino” llegando así a un mercado que estaba lleno de personas, me detuve en un puesto de frutas, y observe como un señor canjeaba un pedazo de pan por un durazno, pero cuando me fije detalladamente, el pedazo de pan se convertía lentamente en arena que se deslizaba entre los dedos del señor y cuando esta dejo la mano, quedaron monedas, la cuales le entrego al vendedor a cambio del durazno. Aún no me podía creer lo que estaba pasando, salí del lugar rápidamente y termine –no sé cómo- frente a un mapa, solo con los continentes conocidos en aquella edad, mas se empezó a alargar y se empezó a dibujar otro nuevo, al terminarse alguien firmo Americo Vespucio, pero luego se desapareció y en lugar de este se escribió America.
En ese momento supe lo que estaba pasando, estaba en el cambio de Edad Media a Renacimiento, estaba en dos tiempos a la vez, y por eso podía notar sus cambios.
De repente una gran ola de arena cayó sobre mí, todo se volvía nuevamente arena, intentando evadirla corrí pero me vi encerrado por un cristal el cual en mi desesperación por no ahogarme rompí mas perdí el conocimiento por un rato.
Al despertar m encontré empapado de arena y cuando vi a un lado estaba el libro del renacimiento con un pequeño reloj de arena roto por uno de sus lados.
Semana del 15 al 19 de Abril
Apenas me logre quitar el último grano de arena que tenía encima volví a echarle un vistazo al libro del renacimiento, estaba en el inicio de un capitulo: “Artistas del renacimiento”
Mientras estaba leyendo escuche un ruido en el otro pasillo, cuando me asome eran varios cuadros y obras de arte reunidos en un salón, parecía un museo. Me encontré con que un hombre estaba dando los últimos retoques a un pintura que me parecía un poco familiar, este me miro con una gran expresión de incógnita en sus ojos; levanto sus pinturas y las empaco sin decir una solo palabra, luego se fue cerca de otro cuadro, Quizá hará otra pintura –pensé- pero este lo que hizo fue brincar dentro, dejando al final su retrato en el lienzo; tenía una firma al borde que decía Leonardo Da Vinci, recordé que él uno de los mejores artistas que han existido. Volví la mirada al cuadro al que le estaba dando los últimos retoques y a este le empezó a pasar el tiempo en él y los colores se empezaron a oscurecer y las facciones de la mujer que estaba pintada cambiaron un poco, hasta que llego a un punto que le reconocí, era la Gioconda, mejor conocida como la Mona Lisa, el cuadro más famoso del mundo.
Seguí observando las obras y me encontré con varias conocidas como La ultima cena, Escuela de Atenas entre muchos otros, claro que logre llegar a todo esto gracias al libro del Renacimiento.
Semana del 22 al 26 de abril
El primer periodo culmina
Todo empezó a vibrar y entre los estantes se abrieron unas grandes escaleras que conducían a lo que probablemente sería una segunda planta, y en la entrada de esta decía: “El primer periodo culmina, da entrada al segundo”.
Luego de subir las escaleras me encontré con que todos los libros de estas salas se encontraban en un orden totalmente nuevo, algunos estaban volando en mandas como aves, otros en forma de pirámide (algo así como se organizan las cartas), algunos tirados por el suelo, pegados, varios tinteros en todas partes y muchas, muchas, muchas hojas tiradas y regadas en absolutamente todos los lados. Creo que va a ser entretenida esta parte... Algo adicional y quizá raro: había una gran pancarta del Día del idioma.
Semana del 6 al 9 de Mayo
No fueron muy interesante estos días que vendrán a continuación, estuve casi todo el tiempo echándole ojeadas a algunos libros de algunos proyectos que me topaba en un gran estante que curiosamente tenía escrito solamente “10°2”, pero hubo algo que sobresalto en esos días, un nuevo texto en mi libreta, algo que no concordaba.
Semana del 14 al 17 de Mayo
“No recuerdo nada, claro que es normal en alguien que no existe”
- ¿A qué se refiere con “No existe”?, si se supone que la libreta habla de mi y cosas relacionadas ¿Por que aparece esto?
Al no encontrarle sentido simplemente despeje mi mente un rato y caí en cuenta de que gran parte de mi infancia se había borrado, ¿A qué se debía?, no sé, solo sé que era algo raro, no es posible no tener infancia, no se puede aparecer de la nada, todo debe tener su origen.
Decidí parar de pensar un rato y distraerme con los proyectos que tenía alrededor.
Semana del 20 al 24 de mayo
Mientras estaba leyendo se me apareció Benjamín y me dijo:
¿Como sigues con lo de la crisis existencial?
A lo que aturdido respondí: No muy bien… momento, ¿Cómo sabes acerca de ello?, yo no te lo he dicho aún
-No hay motivo por el cual tenga que explicarte, y si lo haría por el momento no podrías entenderme.
- ¿A que te refieres con ello?
- Pronto entenderás, por el momento él no me deja decirte, no es tiempo.
- ¿Quién es “él”?, ¿Acaso hay más personas aquí?
- Ya te dije, todo a su tiempo.
Así concluyo la conversación, él simplemente dio unos pasos atrás con una sonrisa algo inquietante en el rostro y cayó entre hojas como si fueran agua, desapareciendo en unos segundos.
Semana del 20 al 24 de Mayo.
La biblioteca empezó a ponerse oscura, los estantes se empezaron a arrugar, como preparándose para algo que venía, todo empezó a templar, los libros que volaban estaban totalmente alocados, no sabía qué hacer, empecé a correr por si alcanzaba a ver algún sitio seguro cuando de repente un gran sombra se acerco a mí.
Semana del 8 al 12 de Julio
Me encuentro en la España antigua, al parecer en una época en la cual aún los moros dominaban sobre la región, acabo de conocer al Caballero Rodrigo Díaz de Vivar, mejor conocido como el Mío Cid.
Lo seguí a sus muchas aventuras y batallas, el tiempo pasaba para él, más no para mi, así que no sentía ni hambre, ni frio, ni temor, nada, solo era un observador, aunque si bien algunas veces el Cid pudo verme y pude charla con él, no fueron muchas, hasta las podría contar con los dedos.
El Cid se dirigía a una de sus muchas batallas contra los moros, pero algo paso, de un momento mientras lo observaba se acerco un moro a mí en la batalla y me clavo su espada en el corazón, no sé qué paso, solo lo hizo. Cuando caí al suelo, era como si todo se aletargara, vi mi mano y esta se empezaba a convertir en arena al igual todo mi ser hasta que quede en el sueño eterno.
De un momento a otro empecé a ver una luz, me acerco al cielo –dije–, pero alguien me respondió: -No seas tonto, sal rápido que esto esta pesado, observe con más cuidado y en la luz apareció Benjamín el cual estaba levantando algo. Al salir me di cuenta que estaba debajo de un estante, el que al parecer se cayó la ultima vez mientras la biblioteca temblaba.
¿Cuánto tiempo he estado allí? –pregunte-
-Unas cuantas semanas, quizá un mes o más.
-¿Por qué o me sacaste antes?
-No dependía de mí, él se distrajo, además fue duro buscarte.
-¿Cómo que “él” se distrajo?
-Esa parte es algo complicada de explicar, digamos que él no se acordó de continuar la historia, apenas hace unos días se acordó de continuarla.
No le entendí absolutamente nada, así que mejor pare la conversación, él se fue inmediatamente, me dijo que tenía unas cosas que hacer antes de volver, mientras que me pusiera al día con lo que había pasado.
Semana del 15 al 19 de Julio.
Paso algo inesperado, me encontré –no sé cómo- en un cuarto y vi como un niño sacaba una guitarra súper-empolvada y empezaba a tocar, al parecer algo horrible, puesto a que el niño no sabía tocar en realidad, solo tocaba notas al azar sin ningún orden melódico. Revise la libreta y en esta aparecía: Crónica de la guitarra.
Apareció Benjamín y me dijo: Al parecer te has encontrado con uno de sus recuerdos, claro que esta es una crónica que escribió él para ser exacto.
-Así que “él” no es Dios
- Exactamente
- Pero entonces, ¿Quién es?
- Recuerda, todo a su tiempo, confórmate con saber que él también es humano.
La respuesta no me satisfizo completamente, pero lo mucho que podía conseguir para aquello entonces.
Semana del 22 al 26 de Julio.
De esta semana no quiero hablar mucho, pensé que el segundo piso sería más que fascinante, pero de verdad que no lo es, no se ha hecho a la fecha nada interesante, a lo mucho vi por ahí algunos escritos sobre el reportaje
Semana del 29 de Julio al 2 de Agosto
Me acorde de algo de con el reportaje, del colegio al que yo solo ir a estudiar, el reportaje hablaba de cómo era su entrada y vaya que no tenía presentación, aún me acuerdo de las ratas que salían del basurero que estaba en la entrada y la gran cantidad de grafitis que habían en su alrededor, pero hubo algo inquietante, revise la libreta y esta decía: Estos recuerdos no son míos, propiamente debo estar al pendiente de ello.
Cada vez me estoy volviendo más loco con tanto misterio en esta biblioteca.
Semana del 5 al 9 de Agosto
Llego Benjamín animado a donde yo me encontraba diciéndome: -vamos, es hora de adoptar un autor, no, ¿Sabes qué?, ya elegí uno por ti, se llama William Ospina, es un escritor y reportero Colombiano, investiga un poco de él, pronto vendrá a visitarnos, puedes encontrar alguno de sus escritos en toda la biblioteca.